domingo, 7 de septiembre de 2014

" Gongora "

I
¡Oh! Maestro de las crines largas
cultas de noches y hastío.
Sus perlas del Cielo han hincado –ya como diente, ya como aullido –
una historia que no quiere contarse,
que denota pasión cual,
que memora sangre intriga.

Dice que dice, que alguien dice
que la pluma volaba la paloma,
o tan vano el aire era
que los cuerpos se elevaban de su esfera…

Alternaban con las Musas, hoy nubes,
los espejos de la Ninfa engalanada.
y debajo de sus velos deslumbraban
dos cielos oscuros, dos oscuridades  parcas, dos lunas plagiadas-

II

Perdición de los actos puros, pues son,
Los soezes gozos del goliardo desde su tumba.
Maestranza en nombre de… sin nombre de…
Sin nombre son, los menesteres por exigir agua en la ruptura.

De este, entonces, restablo de la tierra quieta,
De este bostezo de la piedra de la muralla
Renace el homo, como esperanza –sabiendo siempre que su vientre fue una caverna-

III

Pastillon de versos que renacen
en cual mente como primavera.
Tempestad del cielo que vocifera eternamente 
el grito gélido de sus impropervias.

Nadie en la trinidad, ha calzado de furia  tanta frontera.
Aguas dulces sobre el dolor.
Dolor sangre sobre la pereza.

¡Ah! La sangre de Polifemo llorando un Sol
por cada lagrima de su Cielo!
¡Ah! La lagrima del Cielo llorando un Sol
por cada ojo de Polifemo!

-Nada das, nada queda-

IV

Grito y llanto
Aullido y quimera.
La atmosfera se altera por el canto músico que el himno descalza.
Muñón de Dios
Trueno del Viento.
Altaneras serán las olas que ahora son hijas del tiempo.

¿Inconcluso Dios? ¿Homos  fuera de tiempo?
Certificadas las cicatrices están
de tanta huella caminada sobre el destino.

Calibradas las armas están
sobre el objetivo que se muestra como camino…

V

¡Fuego! ¡Fuego! 
¡Fuego en mí!
Fuego en mi interior como salamandra.
Las heridas recrudecen en la venganza
Que la sangre talla sobre mis ansias.

¡Irme de mi! ¡Irme de mi!

VI

Inconcluso Dios
Dios de las crines largas.

Maestro de los oníricos decapitados.
Cuentan que dicen que hay tal historia
Donde los unos y los otros cabrían.

Dicen que dicen que  las heridas…
Dicen que dicen de nuestra herida…

VII

¡Oh! Maestro de las crines largas
cultas de noches y hastío.
Sus perlas del Cielo han hincado –ya como diente, ya como aullido –
una historia que no quiere contarse,
que denota pasión cual,
que memora sangre intriga.

¡Oh! Maestro de las aguas turbias.
De las turbias aguas.
De las calles sin alcantarilla…

Un sin-espíritu se ríe hoy…   ¡Bájenlo a el!

¡Bajen a Góngora de la alcantarilla!
¡Llámenlo!


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