ha partido la parca sin llevarte, se ha roto el infierno de tanta llama. dama de una única cita; araña los despojos de la carne que queda, que te legamos, que te dejamos. rasguña las várices vencidas de las nubes de llantos que no han sido llorados.
aquí yaceremos inermes, los que somos gusanos en nuestras sombras. aquí sangraremos inertes los parapetados tras los parpados de la memoria. y no habrá soles tras el eclipse de los sueños, y no habrá primaveras tras los pasos del invierno.
cose, mujer, cose las bisectrices de cuantos círculos inventes. cose los tajos de nuestros corazones, de nuestras tripas, de nuestras huestes. en cada paso que den tus agujas, un grito divulgará el rincón del globo donde no se encuentra la muerte. en cada migaja encontrada en el camino, alguien será hansel o gretel.
un cielo extraño oculta el llanto que tu sexo llueve en cada des-suicidio. un llanto oculto enciela el orgasmo de lo que no fue, de lo que no será, de lo que no hubiera sido.
mil corceles de fuego caben en tus manos, costurera, mil jinetes de muerte golpean en cada uno de tus dedos. –pero no aquí- pero no aquí –
aquí es donde nace la placenta de la garganta que parirá el grito de la poesía.
aquí es donde las venas laten, la carne escupe y la piel refriega contra el puto culo de la desdicha.
aquí nacemos.
justo en el circulo ultimo, donde la chingada muerte cose su vestido de novia difunta, cual la pobre Penélope esperando al amado que se ha ido de putas….
Fotografia: Natasha Gudermane |
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