…Y aún antes de la sangre…
¡Llévame!
-Abórtame de este mundo, como si el vomito de la Ira de Dios
regresara a su esófago -
¡Naufrágame!
- Eyéctame, hacia donde el arriba/abajo habitan el mismo ínfimo punto
que el borde y el centro -
¡Arrástrame!
- Extravíame, donde yace el nacimiento, del aullido gutural de cada uno de mis ancestros -
¡Desángrame! ¡Crucifícame!
(Déjame arder en la pira sexuada, de los Inquisidores)
Sé la madre única y virgen, de la puñalada que abra la eterna herida de mi Alma.
– Saboréalo –
Pero…antes del Agua y del Fuego,
antes del Aurora o el Alba;
…Y aun antes de la sangre,
déjame aullar,
hacia donde la Entropía
d u e r m e,
la invisible siesta de los Insomnes.
Lucien Lorelle, 1950 |
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