¡Y yo aquí!
- Repitiendo a tu oído lo inefable -
Cardúmenes de sueños se han tejido
en el ovillo
de las pesadillas de lo grotesco.
Tu Alma sin mí. Mi Alma sin vos.
-Una grieta que aúlla a la Luna sus pesares –
- Una herida que llora, extrañando al filo que la ha parido llaga –
¡Alma del Nos!
En el silencio de la sangre, los suicidados baten palmas.
¡Alma de Nos!
En el grito de la carne, los bastarciados, piden calma.
¡Y yo aquí!
- Repitiendo a tu oído, las cosas de las que nadie habla -
¡Y yo aquí!
Con las palmas de las manos plexas, sin saber digerir tu mirada.
¡Y todos nosotros aquí!
Y tus ojos allí,
como pájaros rojos pariendo jaulas...
Esas miradas equivocadas, tan naturales, tan comunes.
ResponderEliminarSe supera usted continuamente.