He bebido el
fruto adusto de tu sangre
Oh, belleza de
las venas zigzagueadas!
Y mis gargantas piden más!
Y mis labios se marchitan en preguntas!
No me cierres el cielo de lilas
que me he forjado.
No me pidas que llueva agua en este
aguacero de pecados.
Mi alma se cuece al Sol de
tus días invernados. – No pretendas que
salga-
Mi carne se esfuma libre en
los abismos mutilados. – No pretendas
que llore –
He bebido el fruto adusto, de tu sangre
derramada sobre mi sombra.
OH, belleza de los rezos
inconstantes!
Y mi suelo sigue pidiendo raíces!
Y mis gajos se marchitan sin sus frutos!
No cierres la puerta que a murmullos
me he abierto!
No
pidas a los Dioses que en los muros no se pinten mis reflejos!
Peón del Ajedrez del Verbo
indómito! Simple ola, del mar de los
desiertos!
¡ E s o S o y
!
Nada Más. Nada Más.
He bebido el fruto
adusto de tu sangre
Oh, belleza de las
venas zigzagueadas!
No pidas que resbale, en mi carne, el
desguace de mi Alma mutilada!
No pidas que Nunca. No pidas que Siempre.
No pidas que Ahora.
He
saboreado el dolor que se esconde en la sombra de tu sangre, Oh, belleza!
No pidas el olvido. No pidas que el nectar que esconden tus
labios,
S e d i l u
y a
Como se diluye el desierto
en el recuerdo del agua.
He bebido el fruto
adusto de tu sangre
Oh, belleza de las
venas zigzagueadas!
- Y, y a n o h a y m a s .-
- Ya no hay lágrima que dibuje los
contornos de mi Alma.-
llorar para ser tu lagrima. Hermoso...
ResponderEliminarno pidas el olvido...
ResponderEliminarNo sé que darte, no sé entrarte, no sé qué esperas, si solo te diluyes como "el desierto en el recuerdo del agua"...y ya no hay lágrimas que te dibujen....
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