… Y ya no martilles los clavos
de
mis manos
con cada silencio
que
clama al cielo….
…..
Las olas rompen su inocencia
contra los acantilados
sedientos
de
mis sueños…
Llora angustias
el viento helado
sobre las huellas marcadas
de
a pares,
en
mi sendero….
…..
He gritado a la luna
la
soledad
de
mis espantos,
la
nostalgia
del siempre eterno
la
tozudez
del
nunca cercano…
Caminante de brasas heladas;
He
llovido mi sangre,
he
sangrado mi lluvia
en
cada rincón
oculto
de
tus labios.
…..
…Y no es la llaga
abierta
la que duele,
se
atornilla,
la que cala el alma…
…Es el saber que tu mano,
con
su silencio,
es
la que se esconde
detrás de la daga…
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