Un silencio
eterno-mortal,
y un gesto
único,
apaciguan la
batalla
de tanta
mueca colectiva.
...Aquel
fuego impregnado tras mis párpados
te acerca
lenta;
...lentamente.
Y las aves
ya no chillan sobre
este cielo
florecido dentro mío;
Ni el
aliento se hace grito
en el
silencio...
En este
silencio eterno... (¡Tan mortal!)
Que solo me
acerca la incertidumbre
De
captar
la
ficcionalidad de tu imagen
impregnándose
a mi sueño...
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